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La más impactante experiencia mística

Bueno, como es de esperar mañana vuelvo a tener examen (didactica general T.T) y tendria que estar estudiando como un chino. Como siempre, y a pesar de haberme comprometido conmigo mismo a no procrastinar más lo he vuelto a hacer y aquí estoy, con un temario imposible que estudiar de un dia para otro. Qué le vamos a hacer…mi ineficacia e incompetencia al poder! xD De hecho últimamente me estoy cuestionando si padezco trastorno de déficit de atención o no: cada vez con más frecuencia centro la atención en mi incapacidad de prestar atención…y veo que es realmente preocupante. Pero bueno, antes de ponerme hipocondríaco y incluso de estudiar (eso de «antes de estudiar» debería estar prohibido xD) voy a dejar constancia de dos cosas que me alegran.

La primera: Tengo una lectora!! Sí! eres tu! x_D Bueno…una chica muy maja (que pasa? si me ha firmado ya es maja…) que se ve que escribe el blog http://miszapatoscojos.wordpress.com/ que ya he puesto en el blogroll. Gracias por el comentario! de hecho si no lo hubiera leído al revisar los emails no me hubiera puesto a escribir en el blog sinó a estudiar (o eso quiero pensar).

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Historia

Ya estamos…5.7 de historia, con lo que habia estudiado la noche antes. No sé si será por no asistir casi a ninguna clase. O por decidir en el último momento exponer el tema «fácil». La cuestión és que és todavía menos de lo que me esperaba =(. Al menos está aprobado sí…pero sé que todo lo demás me irá peor que éste examen. Estoy hasta los innombrables de tanto trabajo y tanto examen…deberían prohibir-los.

Yo lo que creo és que me voy a tirar de un puente o algo…y no soy un puto emo, aunque desgraciadamente y para mi vergüenza este jodido blog lo disimula muy rebién desde el principio. Lo que pasa és que me tienen hartos mis complejos y tonterías de persona debil: como es el caso ahora mismo de sentirme totalmente tonto por sacar esas notas. O mejor dicho por haberme creído capaz de sacarla mejor. Ultimamente me fijo en lo poco que sé de mi mismo…no conozco mis limites, mis capacidades,  y esto es esencial para la felicidad.  Probablemente todo eso se deba a que observe las cosas fijandome solamente en cosas irrelevantes…definitivamente idiota. Sin capacidad para quedarme con lo esencial, medio autista por ello…

Ya está bien…se me cierran los párpados y habia entrado a ver como iban las estadísticas: de puta madre! De momento no entrais nadie…así que eso me da libertad para escribir lo que me dé la gana, salga de los huevos la mismísima polla. Buenas noches!

El supermercado

Otra vez viernes. Me había quedado sin nada en el frigorífico ni en la despensa, por lo que tenia que ir a comprar provisiones en el supermercado. El más cercano, un Simply, está a un kilometro de mi casa, y al no tener coche me toca pasar un rato andando. En el caso de ayer llovía y yo sin paraguas intentaba hacer cálculos sobre los 15 euros que tenia y qué podría comprar. En la lista mental anoté leche, pan, aceite y pizza.

Llegué por fin al súper, lleno de gente. Algo que siempre me impresiona de éste lugar son las cajeras. Son todas iguales. Bajitas, delgadas, el pelo más negro que el carbón –teñido, por supuesto- y liso. Ah, i con cara de mala leche. Lo primero que hago es ir a por la leche, después el pan…hasta aquí bien. Pero el recorrido más deprimente es el que me lleva de las cajas de pan a los estantes del aceite. Montañas de cosas llamativas, que me hacen entrar hambre, que me gustaría tener suficiente dinero como para comprarlas. Chocolatinas, chorizos, carne, zumos de todo tipo…todo con los precios por las nubes. Lo poco que hay asequible –y no mucho- es de pésima calidad. Y eso sí que no lo soporto…si tengo que comprar aceite ha de ser más o menos bueno por lo que ya pierdo tres euros. Al volver por la sección de chocolates decido coger una tableta…vale la pena poder comer algo dulce aunque salga un poco caro. Quizá solo me parezca caro a mi, que no trabajo ni cobro paro y tengo que administrarme los pocos ahorros que me quedan de mi último trabajo temporal, hace ya un tiempo. Por fin salgo, cogiendo por el camino la pizza más barata que veo.

La sensación más triste la tuve al llegar a la caja. Vi a la mujer que estaba por delante de mi en la cola que se sacaba el monedero dejándose el bolso abierto. El bolso de aquélla señora mayor me hizo recordar que el mes pasado se lo robaron a mi abuela. Pensé por un momento en si debemos o no fiarnos de los demás, si es mejor llevar el bolso bajo los dos brazos o dejarlo a su suerte en el carro de la compra. Creo que deberíamos poder fiarnos, pocos son los que roban, pero los hay. Llegué a esta conclusión sopesando ventajas e inconvenientes. Ventajas de ser un confiado: vivir tranquilo; inconvenientes: que de vez en cuando te tomen el pelo. Ventajas de ser un paranoico: menos probabilidades de que te roben o te desengañen; inconvenientes: no poder vivir la vida con plenitud, no disfrutar de cada momento viendo solo los peligros de cada situación, no poder establecer relaciones satisfactorias con los demás. Desde luego, me quedo con el incauto. Podrían decirme, si son las típicas personas del “ser sabio es fácil cogiendo lo del medio”, que ha de haber un equilibrio entre los dos extremos. Estoy de acuerdo en que es bueno buscar un equilibrio de ”peso”, pero no simplemente de distancia. Si la vida fuera una balanza y los dos pesos nos vienen dados lo único que podríamos hacer para encontrar el equilibrio es encontrar el punto de apoyo en que las dos fuerzas se igualan. En este caso la vida paranoica tiene muy poco peso positivo, por lo que para igualar la balanza el fulcro deberá estar debajo de la vida despreocupada.

Llegué a mi casa y terminé de pasar la tarde en mi habitación. Cené pan con aceite, muy bueno, la verdad. Con esa pequeña alegría pude irme a dormir tranquilo.

Infelicidad

Ya veis, nuevo blog…y al decir nuevo blog, es como si no dijera nada. Porque no sabéis si he tenido más blogs o este es el primero. Precisamente esto es lo que me anima a escribirlo. Que no sabéis quien soy, de dónde vengo ni adónde voy, más o menos como yo.

Como podéis suponer por el título, no me siento precisamente feliz. Quizá por eso prefiero desahogarme delante de un público que no me conozca. Porque nunca he visto bien la autocompasión ni me han parecido demasiado sinceras a las personas que te restriegan en la cara lo tristes que están para al cabo de un momento verles tan contentos. O como mínimo aparentándolo. O queriéndolo aparentar. En los peores casos, haciendo cosas que les harán más infelices a ellos y a los que les rodean.

Probablemente mi incapacidad de explicar mis preocupaciones a mis conocidos se debe a esa falta de contemplación para con los que me lo explican a mí. Entonces cabe preguntarse: ¿a qué se debe esta falta de compasión por las personas que me rodean? ¿es acaso vergüenza ajena? ¿Les pierdo un poco el respeto por mostrarme sus puntos débiles? Y todo eso, podría deberse también a que a uno le gusta ver seguridad en los demás…la seguridad lo puede todo, y la depresión es inseguridad. Además, se nos hace difícil no ver como idiota al amigo que, estando nosotros en buen estado de ánimo, nos cuenta que se quiere suicidar por un par de cosas que nos parecen, en aquel momento, idioteces. Pero los sentimientos están en nuestra mente, nuestra mente en nuestro cerebro y éste en nuestro cuerpo. Malditos desequilibrios hormonales o lo que sea eso…